Una de esas noches en las que los recuerdos te invaden y no dejan de perseguirte y acorralarte. Una de esas noches en las que te llenas de una ira inexplicable y estúpida.
De esas noches en las que no dejas de pensar en él, preguntándote qué estará haciendo y por qué la vida es tan perra y os mantiene separados.
Cuando por fin te quedas dormida dan las seis de la mañana y el móvil vuelve a sonar...y viene a ser como volver a empezar de nuevo.
Tanto rato para llegar a la conclusión a la que ya habías llegado al meterte en la cama: le echo de menos.

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